¡
TAXIIIIII !
El peor rival de los taxistas
Los
señores taxistas viven de un estanco, de una especie de monopolio y
ahora ha aparecido un competidor que les está haciendo ver que
vivían en el ayer, que eso ya no puede ser.
No
voy a decir las muchas cosas que se podrían criticar del “SECTOR”;
lo que quiero poner de relevancia, para ayudar a los taxistas a salir
del pozo en el que ahondan, es que gran parte de lo que debe ser
cambiado en ellos para que puedan competir exactamente en igualdad de
condiciones de cara al cliente está en su mano hacerlo.
En
el fondo de lo que los taxistas se quejan es que la gente, sus
clientes, cuando pueden elegir, eligen las VTC, pero no se preguntan
por los motivos, ni cómo podrían hacer para cambiar la elección
del cliente.
Y
los motivos son perfectamente comprensibles, lógicos y racionales.
Muchos
taxis son coches mediocres, mal conservados, que huelen mal,
incómodos y sucios; algunos taxistas no se bañan, huelen peor que
el taxi, algunos taxistas tienen una pinta y un comportamiento
achulado que resulta intolerable; cuando montas en un taxi no sabes
lo que te va a costar, en ocasiones tienes que aguantar una cháchara
insulsa en lugar de ir en silencio, o tienes que aguantar un programa
estúpido de la radio, sobre fútbol, por ejemplo. Además algunos
taxistas van con pantalón corto y la mayoría de ellos pésimamente
mal vestidos, como si salieran de hacer una reparación en el garaje.
En
la VTC los coches son mejores, no huelen, están limpios, los
conductores van correctamente vestidos y su trato es educado; cuando
subes sabes lo que te va a costar el viaje, sabes el nombre del
conductor, no tienes que llevar dinero encima, ni preocuparte por el
cambio, se te pregunta si quieres escuchar la radio y lo que quieres
escuchas, si algo, no te obliga a oír sus naderías, puedes perderte
en las tuyas mientras ves la ciudad pasar. etc,etc; etc.
Por
otra parte supongo que es muy fácil conseguir un programa
informático que haga que al llamar a un taxi por teléfono se asigne
el viaje al coche que antes esté en condiciones de prestarlo,
pertenezca a la organización que sea. Lo único que tiene que pasar
es que las diversas agrupaciones gremiales se pongan de acuerdo.
Si
los taxistas decidieran plantar cara a las VTC introduciendo las
mínimas mejoras necesarias para dar un buen servicio, tal como el
prestado por los de VTV, el mercado haría que salieran victoriosos,
puesto que podríamos llamar a cualquier taxi caminando por la
calle, en lugar de esperar unos minutos hasta que llegue el VTC más
cercano.
Los
taxistas están en contra de que yo pueda usar el mejor servicio que
dan los VTC; es decir: están en mi contra.
Y,
para finalizar, es una vergüenza que el ESTADO, sintiéndose incapaz
de arreglar el problema, deje la competencia en la materia a las
COMUNIDADES AUTÓNOMAS, las cuales, sintiendo igual incapacidad que
el ESTADO, quieran cargar con el muerto a los AYUNTAMIENTOS. ES
HACER JUSTAMENTE LO CONTRARIO DE LO QUE DEBE HACER EL ESTADO, SI
QUIERE SER RESPETADO.
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