EL
TERCERO EXCLUÍDO ( TAXIS CONTRA VTC Y TODOS CONTRA EL CONSUMIDOR ).
Guerra del taxi: esto es lo que cobra y trabaja un taxista respecto a un conductor de Uber y Cabify
El coche de Uber sigue sin ser rentable
La guerra del taxi en España llega en un año clave para el grupo. Crecen las dudas sobre su modelo de negocio a las puertas del estreno en Bolsa
El
sector lo pasa mal, el sector lo pasa bien,
el
sector es una piña, el sector se despendola,
el
sector son los taxistas, el sector son VTC,
esos
sectores se enfrentan
y
parecen dos titanes en pugna por la razón.
Es
por el pan de mis niños,
también
yo soy hijo de dios,
(
y un heredero del cielo, dice la voz al pasar).
Ruge
ya la calle entera
coches
parriba y patrás
no
recogemos a un alma,
y
esas almas van en pena
a
comprar el metrobus
cargados
con sus maletas
a
los gritos siguen piedras
vociferan
los taxistas
previo
a la tranca coger
y
muy discretos los UBER
sufren
lo que es de temer.
y
la autoridad aparece
con
su razón rocinante
mandando
pulgas a otra
que
también se las sacude
hasta
que caen sobre el gato.
No
tengo yo particular querencia por el sector de los taxistas, entre
otras cosas por esa manera que tienen ellos de referirse al “sector”
como si fuera la cosa más grande y superferolítica que quepa
imaginar, que nadie en su sano juicio podría ignorar. Cuando
empezaron a trabajar las VTC empecé a dejar de usar el taxi, y ahora
uso UBER y CABIFAY, incluso cuando hay un taxi libre al lado de donde
me encuentro prefiero esperar unos minutos, sabiendo que en lo que
voy a montar cumplirá unos mínimos de calidad y trato.
Lo
que en realidad debería importar a los consumidores es que se nos
excluya en las negociaciones.
Contra
lo que están los taxistas es contra mi libertad de elegir montar en
uno de ellos o hacerlo en un VTC, por ello quieren que intervenga la
ADMINISTRACIÓN a fin de ponérmelo más difícil para contratar a
uno de esos VTC. Yo ya he elegido, pero he elegido en contra de su
interés por el taxímetro y eso a ellos no les interesa, por eso
tratan de presionar a, por así llamarlos LOS PODERES PÚBLICOS, los
cuales se intentan pasar la patata caliente unos a otros ante los
ojos atónitos una vez más de los consumidores, que asisten a esta
fiesta de la estupidez como si la cosa no fuera con ellos.
Y
sí que va.
Nadie
ha tratado de escuchar a las asociaciones de consumidores, por si
hubieran tenido algo que decir, y tampoco esas asociaciones han
alzado la voz, cuando estaban los dos sectores y la administración
tirándose los trastos a la cabeza, para decir que ellos estaban
directamente concernidos en el asunto. Y el asunto es que cuando
termine la guerra, independientemente de la victoria en las batallas
concretas, LAS TARIFAS DE ESE TIPO DE TRANSPORTE VAN A SUBIR.
Cuando
la guerra la ganen a más o menos largo plazo, los VTC subirán los
precios, debido a esa victoria, y las ASOCIACIONES DE CONSUMIDORES
debieran cuidar para que tal cosa no se produjera.
Los
taxistas tienen la tarifa regulada por los AYUNTAMIENTOS y la VTC
tienen un precio libre, pero que en la práctica, ahora que están
haciéndose con el negocio, es un poco más barato que la tarifa
regulada para los taxis.
Cuando
ganen la batalla, como tienen un precio libre, serán más caros, por
ello las ASOCIACIONES de CONSUMIDORES, en un insólito rasgo de
responsabilidad con los intereses que dicen defender, debieran
presionar para que los ayuntamientos fijaran un precio máximo por
kilómetro recorrido para este tipo de transporte de viajeros, tanto
en taxi como en VTC, de manera que el que quisiera entrar en el
negocio fuera libre de hacerlo, pero sabiendo que habría de dar el
servicio, como máximo, al precio fijado por la ADMINISTRACIÓN
competente.
Y
el que no aceptara esa limitación, pues no podría dar el servicio.
Se
que es soñar. En el futuro pagaremos más, la mayor competencia, de
una u otra forma, hará que suba el precio. ADMITO APUESTAS.