PARECE
QUE HAY
Parece
que hay como un a modo de libertad de información; parece que hay, y
lo que hay, si lo hay, no es más que “un a modo” de libertad de
información, y, si a ello vamos, ¿ de qué manera podría ser de
otra forma ?, si en cuanto a la libertad, no ”de”, a la libertad
por ella misma, no se la encuentra en parte alguna, que hace tiempo
fue, lo poco que de ella quedaba, cambiada por “seguridad”, y nos
hemos quedado sin las dos.
Vivimos
como si hubiera un “ a modo de libertad” y todo lo que aparece
tras el “de”, no es más que un “a modo”, como esos polos con
sabor a fresa, que saben a fresa, pero que no tienen parte alguna de
fresa.
Y
esa libertad de información tiene tanto de libertad, como de fresa
el polo de fresa. El polo parece de fresa, y la libertad de
información parece eso, pero no. En ambas casos no hay otra cosa que
sucedáneo.
Viéndolo
desde fuera parece que entre libertad de información y libertad de
prensa hay un contacto íntimo. En un mundo en que las cosas fueran
como debieran ser, y debieran ser como nos enseñaron que debían,
ambas libertades aparecerían como dos caras de una misma moneda.
Pero
quien tiene el poder es quien impone el discurso, es quien dice de lo
que se habla, es quien, de hecho, determina la vacuidad del discurso
principal, sobre el cual aparecen temas varios, algunos escandalosos,
capaces por sí mismo de acabar con todo lo existente, capaces de
hacer surgir un viento furioso que deje todo hecho un solar; pero no,
el poder sabe hacer que el tema principal surja una y otra y otra
vez, como lo dominante, lo demás es silencio cuando pasa poco
tiempo.
El
poder ha establecido que durante años y años hablemos del llamado
caso GURTEL, o de la PÚNICA, o de lo de los ERES ANDALUCÍA, y cosas
parecidas, haciendo de ellas un eterno ritornello, de manera que si
por ejemplo, sobre el continuo de, digamos, la PÚNICA, surge otra
cosa que es capaz de eclipsar el monotema: que si el REY se hubo
podido lucrar con chanchulletes ilegales, que si EL TRIBUNL SUPREMO
no tiene garantía alguna de independencia, ni el PODER JUDICIAL en
cuanto tal, por la aplicación misma de las normas que los regulan,
que si el BANCO DE ESPAÑA carece de credibilidad ante la población
como consecuencia de sus propios actos, que si a la COMISIÓN
NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES le sucede lo mismo que al BANCO DE
ESPAÑA, por iguales razones, que si del RESCATE BANCARIO no vamos a
recuperar prácticamente nada, cuando el GOBIERNO dijo que no nos
había de costar un céntimo, pero vamos a tener que RECORTAR LAS
PENSIONES porque no hay dinero, etc., etc., etc., no es que de estas
cosas no se hable en los MEDIOS DE COMUNICACIÓN, es que se habla de
ellas hasta un determinado punto, y luego, la realidad, el supuesto
cansancio del tema, hace que se vuelva al tranquilizador ritornello,
llámese GURTEL, VILLAREJO o como se quiera, de forma que las cosas
verdaderamente importantes para la población, que requerirían un
análisis en profundidad y una decisión colectiva se le hurtan a la
gente, aunque parezca todo lo contrario, y se impone el discurso del
poder que es tratar de manera indefinida asuntos que puede controlar
o que son directamente fuegos artificiales, que oculten todo lo
demás.
Esta
mentira es servida de esta forma tanto por las cadenas de televisión,
digamos generalistas, TELECINTO ANTENA TRES, como por digamos LA
SEXTA , cada cual con su estilo, con lo cual tanto los señores, y
tías, que quieren dárselas “de izquierda”, como los que no,
juegan a lo mismo. En las radios igual.
Por
descontado a los políticos este comportamiento les viene como de
molde, pues es el camino para no comprometerse en asuntos
verdaderamente importantes perorar sin fin sobre los que carecen de
solución, y en muchos casos ni importan a la población.
Esto
lleva siendo así años años.
En
algún momento probablemente la realidad termine desbordando todo
este ensueño, y la imagen que mejor lo describa sea la de esa balsa
de desechos de una mina en BRASIL, que revienta y se traga todo lo
que encuentra a su paso.
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