¡
ES FLIPANTE ¡
Es
flipante ver en las cadenas de televisión o escuchar por la radio, o leer en
los medios de comunicación, los esfuerzos ilimitados por analizar los actos del
Gobierno, de sus Ministros y del Partido Popular, unos a favor, otros en contra,
como si se tratara de algo serio, como si tal esfuerzo mereciera la pena, como
si lo que de esas instituciones descendiera a la población mereciera el menor
comentario.
Es
una pérdida de tiempo y una prueba del escaso valor intelectual de las personas
que se dedican a estos análisis sin contenido, por lo que resultan tan
estériles como inacabables.
El
gobierno, sus Ministros y el partido Popular hace tiempo que han decidido tomar
el pelo a la gente; nunca se la han tomado en serio, pero ahora, a la
desesperada, lo que hacen es una peineta general a toda la población, al
sentido común y a sus propios votantes.
Ellos
saben perfectamente que solo conseguirán una segunda legislatura por la
desesperación y el miedo de la gente; pero esa desesperación y ese miedo puede
llegar, y yo creo que así va a pasar, a jugar en su contra, lo cual significa,
si pasa, que el Partido Popular está decidiendo correr el riesgo de disolverse
en la nada.
Es
posible que en el Partido Popular se piense que el pueblo español es una
mierda, y que se puede hacer lo que se quiera con él, que se le puede engañar
una y otra vez sin que pidan cuentas, que no se enteran de nada, y que olvidan.
Algo
de razón llevan, de no ser así no se entendería que hubieran dado a ese Partido
una nueva oportunidad de gobernar, aún a pesar de las actuaciones del nefasto
Zapatiestas, pero, ¿cómo es posible que dentro del partido Popular no surjan
presiones para acabar con la situación existente, que está poniendo en riesgo
serio de supervivencia al propio Partido en su conjunto?
Esos
medios de comunicación que aparentan tomarse en serio la tomadura de pelo al
pueblo español que han decidido perpetrar el Gobierno, sus Ministros y el Partido
Popular, están haciendo más por la pervivencia de la situación de lo que creen.
Les toman el pelo a ellos también, y ellos analizan seriamente de qué lado cae
la moneda.