MAXIMINO
HUERTA, EL BREVE
El ministro de Cultura ha ido a La Moncloa a presentar su dimisión ante Pedro Sánchez
ignacio
escolar
Las
mentiras de Màxim Huerta sobre su fraude fiscal
Y
mira que a mi me pareció desde el principio, y no hemos pasado
todavía del principio, que el caso del nombramiento de don Maximino
Huerta no cuadraba con el resto del gabinete, que era algo
disfuncional , que no,vamos, y la cosa se confirmó cuando, a lo que
pareció, su programa cultural era terminar con la piratería.
No
es que yo esperara que se nombrara pa la cossa la cultura a un André
Malraux, pero … oiga. Así que me hice una composición de lugar
sobre, precisamente, el lugar que ocupaba la cultura en el
planteamiento político del nuevo presidente del gobierno.
Si
don Maximino le dijo al presidente lo que ahora se ha descubierto y,
no obstante lo cual, el señor Sánchez le nombró ministro, entonces
el asunto no deja libre de crítica al señor presidente, pero si el
tal don Maximino se lo ocultó al presidente, entonces el gobierno
tiene un ministro de cultura desleal con el resto de sus compañeros
y con el presidente. Creo que en ambos casos debe dimitir o ser
cesado; no hacerlo así sería un error político grave, que no
encontraría contrapartida en el contenido concreto del error,quiero
decir en el valor de la persona como ministro de cultura. Ministros
de cultura como don Maximino se pueden encontrar a montones en el
supermercado, en la calle o en cualquier sitio, pero defender su
nombramiento a brazo partido es... hacer lo de siempre. Si fuera un
André Malraux, aún merecería la pena, pero ¿ por don Maximino..?