JEAN
JAQUES ROUSSEAU, DESCONOCIDO MASOQUISTA MASTURBADOR ( y las carrozas
de la cabalgata de reyes en VALLEKAS ).
Hace
muchos años empecé a leer LAS CONFESIONES de JEAN JAQUES
ROUSSEAU, que no pude terminara por, seguramente, ofrecérseme algo
que hacer con mayor urgencia, como en muchas otras ocasiones, pero
ahora he intentado buscar ese libro entre la marabunta de libros que
hay en mi desordenada biblioteca, para echarle otra vez una ojeada a
su interesante vida y no lo he encontrado, por lo que aprovechando
que pasaba por el centro de Madrid lo cual para mí es completamente
infrecuente, me acerqué a LA CASA DEL LIBRO, para preguntar por
las MEMORIAS de esta persona tan conocida, y nada más entrar me
topé con un sujeto que atendía a los clientes, y al cual le dije
lo que buscaba; me miró con una cara muy sorprendida al escuchar
el nombre del autor que yo buscaba y se puso a buscar en el en el
archivo cibernético del negocio; y tuve que repetirle tres veces el
nombre del, para él, desconocido sujeto, la última vez se lo
deletreo y me dice un al así como: pues a mí no me aparece nada en
cuanto a confesiones, hay muchas confesiones pero las de ese señor
pues no me aparece nada. Así que le digo que era era un libro
famoso en todo el mundo, lo cual le pica y entonces sale de su base
de datos y entra en GOOGE y dice, como si hubiera descubierto el
Mediterráneo: aquí, aquí, aquí si viene, pero nosotros no lo
tenemos. Así que, en fin, me alejé de LA EXCASA DEL LIBRO, muy
sorprendido de como había evolucionado desde que yo había dejado de
visitarla, y me fui a la planta adecuada de la FNAC; le dije a la
señorita lo que quería y me dijo: ¡ah! sí bueno eso está en
filosofía en el pasillo nosecuantos, y es un libro muy gordo.
Entonces, como sabía perfectamente quién era el señor ROUSSEAU,
le conté lo que me había pasado en la conocida como CASA DEL LIBRO,
mientras buscábamos el libro que yo quería encontrar y nos resultó
muy divertido, aunque fuera risible.
Estoy
preparando para todo el que quiera leerlo, una selección de LAS
CONFESIONES de ROUSSEAU, tal como aparecen en el libro editado por
ALIANZA EDITORIAL, traducción de MAURO ARMIÑO, por si una ver
leído lo que seleccione, a alguno de vosotros se le ocurriera leer
el libro completo. Todo él es muy interesante, pero mucho, mucho, y
más si se tiene en cuenta que sus escritos han participado en sentar
las bases del mundo tal y como lo conocemos.
Como
ha habido pelea de necios sobre unas carrozas de reyes en las que
marchaban personas que no eran como es debido, voy a empezar diciendo
que ROUSSEAU era masoquista, masturbador y exhibicionista, entre
otras cosas ( sin pasar de la página 46, de un libro que tiene 883
).
1.-
Así
empezaba a mostrarse en mí este corazón a un tiempo tan altivo y
tan tierno este carácter afeminado y sin embargo indomable que
flotando siempre entre la flaqueza y el valor entre la policía y la
virtud me ha puesto hasta el final en contradicción conmigo mismo y
ha hecho que la abstinencia del gozo el placer y la prudencia se me
hayan escapado por igual
2.-
Para
aprender allí junto con el latín todo el menudo fárrago con que lo
acompañan bajo el nombre de educación.
3.-
Me
alzaba por impulsos arrebato su bien espero pronto recaía en mi
languidez ser amado por cuanto se me acercaban constituía el más
vivo de mis deseos
4.-
...para
afligir me más que el bochorno de quedar mal en público que sin
embargo me afectaba muchísimo porque aunque poco sensible a las
alabanzas siempre lo fui y mucho a la vergüenza
5.-
Me
dolía más disgustar que ser castigado .
6.-
Mademoiselle
LAMBERCIER … también tenía su autoridad, y la llevaba a veces
hasta el punto de infligirnos es el castigo de los niños cuando lo
habíamos merecido...
…
ese
castigo me encariño todavía más con quién me lo había impuesto
…
en
el dolor y en la vergüenza misma había encontrado yo una mezcla de
sensualidad que dejaba ni más deseo que temor a recibirlo de nuevo
de la misma mano.
…
porque
está el dominio que sobre me tiene la benevolencia incluso aquella
que ha nacido de los sentidos, que siempre les dicto su ley en mi
corazón.
¿
Quién sería que ese castigo de chiquillo recibido a los 8 años por
mano de una mujer de 30 fue lo que determinó mis gustos, mis
deseos, mis pasiones, a mí mismo para el resto de mi vida, y
precisamente en sentido contrario al que debía seguirse naturalmente
?
Atormentado
durante mucho tiempo sin saber porqué, devoraba con ojos ardientes
a las mujeres hermosas; mi imaginación me la recordaba sin cesar,
únicamente para utilizarlas a mi modo y convertirlas en otras tantas
señoritas LAMBERCIER.
7.-
Sentía
por las mujeres públicas un horror que nunca se ha borrado.
8.-
Como
no imaginaba más que lo que había sentido, a pesar de
efervescencias de sangre muy molestas, solo sabía orientar mis
deseos hacia la especie de voluptuosidad que me era conocida, sin
llegar nunca a la que me habían vuelto diosa, y qué tan cerca
estaba de la otra sin que yo te hubiera de ello la menor sospecha.
9.-
En
lugar de desvanecerse, mi antiguo gusto de niño se unió de tal
modo al otro que nunca pude apartar lo de los deseos que mis sentidos
se encendían; y esa locura unida a mí natural timidez siempre me
ha hecho muy poco emprendedor con las mujeres por falta de
atrevimiento a decir todo o a poder hacer todo.
10.-
Al
no poder atreverme nunca declarar mi afición, la alimentaba al
menos con relaciones que me permitían mantener su idea.
Por
tanto, he poseído muy poco, aunque no he dejado de gozar mucho a mi
manera, es decir , con la imaginación
11.-
No
es lo criminal lo que más cuesta decir, sino lo ridículo y
vergonzoso.
12.-
…
nunca
fui capaz declararles mi locura a implorar de ellas, en la
familiaridad más íntima, el último favor que me faltaba.