CORRUPCIÓN,
SUBTERFUGIO Y ANTINOSOTROS
Calidad,
calidad, calidad, ¿pero cuál es la verdadera calidad de una laca?, decía un
anuncio, hace años, muchos años, casi en el pleistoceno de los anuncios de
televisión.
Corrupción,
corrupción, corrupción, ¿pero cuál es la verdadera corrupción de una sociedad?
nos podemos decir nosotros, a propósito de que en todos los lugares se hable de
lo mismo.
Y
se habla en todos los lugares de lo mismo, desde dos puntos de vista
aparentemente diferentes pero perfectamente complementarios. Por una parte, se
habla de la corrupción propia, del propio país, en términos que no pueden hacer
otra cosas que hacer que la gente crea en la justicia; al fin y al cabo, los
malos, los corruptos, aquellos que desde distintos ámbitos han utilizado el dinero
público para conseguir fines tipificados como delito, terminan viéndose las
caras ante la Justicia, por lo tanto: la Justicia funciona, luego el Sistema
también funciona. Por otra se habla de la corrupción de los otros, con la vista
puesta en que la gente de dentro no llegue a pensar que lo suyo es distinto,
que la gente llegue al quietismo de sentipensar aquello de que en todas partes
cuecen habas.
Pero
en la Ue y en la Eurozona el problema no es la corrupción, aunque a los
españoles nos salga por las orejas, en una especie de otitis de corruptos que
no nos deja vivir.
El
problema entre nosotros no es la corrupción, es que se nos está aplicando una política
de clase, completamente enfrentada a los intereses de las clases que votan en unas
elecciones, y que hablar de la corrupción evita que se dedique tiempo a esa política
de clase que se está haciendo, en contra de la inmensa mayoría de la población.
En
definitiva, los casos de corrupción, por muchos que sean, afectarán siempre a
una ínfima cantidad de la población y son además casos por completo
individuales. Es cierto que por la cantidad de casos individuales podemos
columbrar la enorme cantidad que debe de alcanzar la cifra negra en este tipo
de delitos, pero eso es otro asunto.
Sí,
es verdad, la corrupción del Sistema es sistémica, pero el motivo último de
ella es que se está haciendo una política de clase, enfrentada a lo que quiere
la población.
¿Ejemplo?
¿Quiere un ejemplo? Le pudo poner todos los que usted desee. Le han bajado la
pensión, ¿verdad?. Paga más por los medicamentos de la Seguridad Social,
¿verdad?, va a tener que trabajar más años, ¿cierto?, le han subido los
impuestos, ¿a que si? Desea que siga, ¿a que no?
Bueno,
pues cualquiera de estas cosas le afectan a usted mucho más que el caso Urdangarín,
la Pantoja y la red Gurtel y un largo etcétera juntas, ¿a que sí? (salvo que lo
del caso Urdanga hubiera servido para traer la República, lo que no ha pasado,
se han salvado, fíjese usted, también en eso se han reído de usted).
Pues
aunque le afecten a usted mucho más, los medios de comunicación hablan de ello
mucho menos, casi nada, nada en realidad. Se dedican al asunto de la corrupción.
Ellos piensan, con razón, que en el caso de que existe malestar, que se vuelque
contra los individuos, pero que no se llegue jamás a perfilar lo que está en
realidad pasando.
¿Que
quiénes son ellos? Ellos son, para empezar y sin ir más lejos, los medios de
comunicación, sus dueños, y los dueños de esos dueños, y los dueños de los
Bancos, que han recibido dinero, y los dueños de las autopistas de peaje, que
han recibido dinero, ¿ellos?, ellos son: ellos, el antiusted, en este contexto
ellos son el ANTINOSOTROS
¿Qué
qué es lo que en realidad está pasando? Que están haciendo una política en
contra de sus intereses y de los de la inmensa mayoría de la población de la
Unión Europea.
Identifíquese
con el gol de Mesi, llore con la muerte de la Pantera Rosa (quiero decir de la
Duquesa de Alba), e indígnese con los numerosos casos de corrupción, algunos
que alcanzan incluso a esos sindicatos que tanto gozaron de su apoyo, pero no
llegue jamás a concluir que sus intereses están siendo burlados en otra parte.
¡POR
LOS CLAVOS DE CRISTO: NO PERMITA QUE LE SIGAN TOMANDO EL PELO!