EXCMO. SR. D. JOSÉ LUIS MARTÍNEZ-ALMEIDA
ALCALDE DE MADRID
AYUNTAMIENTO DE MADRID
PALACIO DE CIBELES
C. MONTALBAN, 1
28014 MADRID
Excmo. Sr.
¿ Está el Excelentísimo Señor Alcalde de Madrid en contra del debido descanso de sus vecinos? Es esta una pregunta que en un mundo de razón parecería por completo implanteable, pues en ese mundo, tan lejano, el mero sentido común llevaría a responder de manera negativa, y estoy seguro que Su Excelencia, preguntado para que dijera si estaba en contra o a favor de que los vecinos cuyas vidas administra en lo menudo no pudieran descansar, contentaría casi indignado, o al menos con una sonrisa, algo semejante a que “claro que quiero que descansen”, lo que bien podría servir para hacer algún tipo de presentación periodística en prensa o televisión, sobre su generoso y absolutamente incontrovertible deseo.
¿
Incontrovertible ?; verá, Su Excelencia: yo antes de eso de la
pandemia del COVID19 vivía tan tranquilo en un piso en Madrid con
ventanas que dan a una calle con paseo central con pinos y otros
árboles ( sus ramas resultaron muy perjudicadas con ocasión de la
última gran nevada, que seguro aún recuerda), y escuchaba el
silencio, que me es tan querido, así como el canto de los pájaros,
los gritos de los niños al salir con sus padres a dar una vuelta, y
el murmullo sonoro de todas esas cosas propias de una vida
civilizada que merezca ese nombre. Pero el COVID19 acabó con todo
eso. Y cuando pase el COVID, este efecto de haber acabado con la
tranquilidad y descanso de los vecinos de Madrid es probable que
perdure.
Explicar de qué manera hizo el COVID19 esa especie de milagro inverso consistente en convertir las calles de Madrid en un inmenso chiringuito playero es el objeto de esta carta y de las peticiones que contiene. Y para ello tengo que reconocer que el virus no ha actuado en solitario, ha recibido el auxilio imprescindible dado por el poder autorizante, del Ayuntamiento de Madrid.
Hace
algunas semanas que escuché en una emisora de radio a la señora
doña Begoña Villacís decir, muy contenta y orgullosa, que había
sido desde su área de gobierno desde la que se habían dado los
pasos necesarios para autorizar la apertura de terrazas en locales de
restauración que antes no las tenían. Como consecuencia de esa
actitud han empezado a surgir en Madrid terrazas de restauración,
vamos a llamarlas así, consistentes en una serie de mesas
desperdigadas por la acera, e incluso puestas en la calzada por donde
circulan los coches, que se llenan de clientela, lo cual parece ser
que se toma por una buena señal, pero que al estar plantadas en
mitad de zonas urbanas densamente pobladas, molestan a todo su
alrededor por el ruido que arman, por la circulación que potencian,
por la suciedad que traen, etc., etc., etc. Esta manera de crecer los
negocios de restauración recuerda un tanto a los llamados
“ranchitos” de Caracas, o a los sitios igualmente existentes en
muchas ciudades de Hispaoamérica y otros lugares, y además es
posible que sean igual de perniciosos y difíciles de combatir, una
vez permitido su indebido asentamiento. El caso es que, al menos
aparentemente, la administración de ese Ayuntamiento ha olvidado
que no solo debe de promoverse el honrado negocio de la restauración,
es que, además, eso ha de hacerse, si así se decide, teniendo en
cuenta los demás intereses en juego, entre los que se encuentran los
de los vecinos del entorno en que se asientan, que ven modificadas
sus condiciones de vida y descanso sin haber sido tenidos en cuenta
al decidir otorgar, o al decidir dejar hacer casi cualquier cosa sin
dar permiso alguno, en función del mero interés económico de una
sola parte, perjudicando a todos los demás, porque, por ejemplo, yo
por IBI pago cada vez más, pero mi piso, por el tinglado que se me
ha montado debajo de él vale cada vez menos, y los de los vecinos
del entorno igual, puesto que nos vinimos aquí buscando
tranquilidad, pagándola, y nos la han quitado.
Yo, Excelentísimo Señor, vivo en un edificio que tiene entrada por dos calles diferentes, una de ellas es por la XXXXXXXXXXXXXXXXXXX y la otra es por calle XXXXXXXXX; pues bien, en la entrada que da a XXXXXXXXXXXXXX nos han colocado un bar o algo así, que se llama “XXXXXXXXXXXXXX”, y que ha llenado de un jolgorio inmenso una zona que hasta ese momento había sido tranquila, a lo que se añade que ese negocio que le digo se ha, digámoslo así, expandido hacia un local que tiene a su derecha, que antes era una tranquila tienda de todo a cien, más conocida popularmente con el nombre de “UN CHINO”; tienda que era, por su propia naturaleza, también muy tranquila, y que llevaba años allí sin dar problema alguno, con lo que ese establecimiento de “XXXXXXXXXXXXXX” ha doblado su alcance, y ha empezado a poner mesas, sillas, taburetes, etc a lo largo del frente del edificio, ocupando un chaflán que allí hay y avanzando día a día sobre la acera; el ruido que causa es enorme, con lo que ahora los vecinos de la zona solo pueden empezar a dormir a partir de las doce, que es cuando cierran ( por el momento, aunque no les faltan ganas, pues hay “negocio” para ello, de cerrar más tarde, si el Excelentísimo Ayuntamiento bajo su Presidencia llega a permitirlo, o a dejarles hacer y mirar luego, como ha sucedido hasta el momento).
El caso es que perjudicados somos todos los vecinos del edificio, no solo por el jaleo de gente, también por la suciedad, que ha aumentado la que antes solía haber, y sido incrementada con servilletas, restos de tapas varias y demás. Tambien se ven perjudicados los edificios de enfrente, pues el jaleo que debajo de mi piso arman estos señores refleja su eco en sus muros, conformándose en el barrio un desbarajuste descomunal para lo que estábamos acostumbrados, añadamos a ello el incremento de tráfico de carga y descarga que supone el reparto del material necesario para atender al negocio, que aparca en la zona de paso de los autobuses, con lo que los dos carriles existentes dejan en muchas ocasiones de ser operativos, formándose ”tapones”, que muchos conductores intentan hacer desaparecer, inútilmente, tocando el claxon, situación a la que, por otra parte, la Policía Municipal, que en ocasiones pasa por el lugar, no presta atención alguna. Más a lo vivo podría relatar lo que sucede, pero creo que bastará con lo hasta aquí dicho para indicar el motivo de mi queja y de mis modestas peticiones. Únicamente señalar que cuando se llamaba, al momento de las restricciones por COVID19, a la citada Policía Municipal para que interviniera en asuntos como la cantidad de mesas colocadas, la distancia entre ellas, el número de comensales sentados a cada una de ellas, o, en la actualidad, para la revisión de la documentación administrativa para operar, la seguridad de las instalaciones, el aparcamiento de clientes del negocio citado en zona de paso del autobús, o lo que sea, la verdad es que no aparecen.
Por lo demás, ha de añadirse que, según parece, el negocio este de “XXXXXXXXXXXXXX”, que antes se llamaba de otra forma, no tiene los permisos necesarios en regla y actualizados, ni, menos aún, supongo, permisos para la extensión referida a lo que antes era una tienda de todo a cien, con patente cambio de uso, etc., tal como se expone desde la COORDINACIÓN DEL DISTRITO DE CIUDAD LINEAL que adoptó RESOLUCIÓN, de fecha 05/04/2021, en relación con el expediente 213/2021/00225, abierto al amparo de la Ley 19/2013, en el que se indicaba, en relación con el citado negocio de restauración, ahora denominado “XXXXXXXXXXXXXX”, lo siguiente:
Consultada
la base de datos SIGSA, se ha encontrado una autorización de XXXXX
terraza de veladores en suelo privado y de uso público del año 2007, expediente 116/2007/2308 en XXXXXXXXXXXXXX, a nombre de LAS TAPAS DEL PINAR SL (EN CONSTITUCION).
Licencia de Funcionamiento 116/1999/04803.
A la vista de la información obtenida, se va a proceder a la realización de una
inspección por personal municipal, ya que se ha encontrado que la misma n
está actualizada y acorde con la nueva Ordenanza de Terrazas y Quioscos de
Hostelería y Restauración de fecha 30/07/2013.
Asimismo, se tomarán las medidas oportunas resultantes de la inspección
realizada, bien actualizando la base de datos SIGSA si existiera autorización
concedida con fecha posterior al 30/07/2013 o bien, abriendo un expediente de
Disciplina Urbanística y Procedimiento Sancionador, para legalizar, en su caso
la terraza que nos ocupa”.
Ruego a Su Excelencia que en la tramitación y resolución de los expedientes referidos al asunto ya expuesto, se tengan en cuenta los intereses y aportaciones de las COMUNIDADES DE VECINOS de la zona afectada por la Autorización Municipal, y se les otorgue la posibilidad de tener vista del expediente, o expedientes, y la posibilidad de hacer alegaciones a los mismos, al estar directamente afectadas por la decisión que se adopte.
Finalmente, mis datos personales, que son:
NOMBRE : XXXXXXXXXXXXXX
D.N.I.: XXXXXXXXXXXXXX
DIRECCIÓN: XXXXXXXXXXXXXX
28033 MADRID.
TEL: XXXXXXXXXXXXXX
CORREO: XXXXXXXXXXXXXX
Con este motivo, reciba un muy cordial saludo y la expresión de mis mejores deseos para el éxito de su tarea como Alcalde de Madrid.
Madrid, 24 de mayo de 2021
3557 21 Gabinete de Alcaldía
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Hemos recibido en el Gabinete de Alcaldía su carta, en la que expone las molestias que le causa la instalación de una terraza de hostelería en la Avenida , nº , además de una presunta irregularidad.
En primer lugar, agradecerle la confianza mostrada al ponerse en contacto con esta Alcaldía.
Con el fin de que sus reclamaciones tengan la debida atención por parte de los departamentos municipales competentes, desde este gabinete hemos dado traslado de su carta al órgano responsable, en este caso el Distrito de Ciudad Lineal.
Reciba un cordial saludo.
Gabinete de Alcaldía
C/ Montalbán, 1, 4ª planta
28014 Madrid