domingo, 11 de noviembre de 2018

LOS CASOS PUNTUALES



LOS CASOS PUNTUALES.



Lo que ha salvado, por el momento, a la globalidad del sistema político español es lo que podríamos llamar la TEORÍA DE LOS CASOS PUNTUALES, que es una fenomenología útil para conservar lo que de manera patente no funciona.

Cuando se pone de manifiesto que no funciona la separación de poderes, en lugar de ir a la raíz del análisis del porqué y hacer lo necesario para que no se vuelva a repetir la situación, de lo que se suele hablar en los medios, por parte de los periodistas más acreditados, es de que esto o aquello son casos puntuales, por lo que no se puede sacar conclusión que afecte a todo el sistema.




Cuando se pone de manifiesto que el estado de la autonomías no ha solucionado los problemas para los que había sido diseñado, pero que ha hecho nacer otros que antes de él no existían, en lugar de analizar que la estructura territorial del estado que diseñó la constitución de la monarquía borbónica no ha funcionado, lo que se dice es que esas disfunciones que en ocasiones se evidencian no son si no casos puntuales. Así puede pasar como un caso puntual que no sirve para hablar del fracaso de la constitución el hecho, yo diría que notable, que en CATALUÑA se haya declarado UNA REPÚBLICA. Si eso es un caso puntual hay que reconocer que es un punto gigante.

Cuando se pone de manifiesto que las reiteradas modificaciones en la regulación de la enseñanza no consiguen elevar el nivel de lo aprendido a la altura del nivel de lo gastado, se habla de que son casos puntuales, igual que cuando se dice que no se gasta en enseñanza lo suficiente, es algo puntual.



Si se demuestra que el funcionamiento de los partidos políticos no es democrático, se llega a tal conclusión sobre la base de casos puntuales, que no son adecuados como para llegar a una conclusión general sobre la crisis de representatividad del sistema

Si se pone en evidencia que no existe independencia del poder judicial, eso se hace sobre la base de casos puntuales, que no pueden hacer nacer una idea sobre la generalidad del funcionamiento de la justicia.

Y todo así; se podría seguir con cualquier ámbito de la realidad española ligada a la política y al sistema político de una u otra manera, nada funciona debidamente pero al ser examinada la cuestión nos topamos con la teoría de los casos puntuales.



Y lo verdaderamente grande es comprobar cómo no se soluciona nada, ninguno de esos casos puntuales llegan a tener una solución defendible que haga desaparecer el problema; los problemas se agolpan y las soluciones no aparecen, ni se proponen, porque las soluciones habrían de partir de analizar la situación en su generalidad, lo que no puede hacerse desde el punto de vista del caso puntual, y ello aún en el caso de que se quisiera encontrar, de verdad, una solución, lo que y ya dudo.

La teoría de los casos puntuales evita que hagamos el diagnóstico correcto: es sarampión y no sirve de nada fingir que te ha salido una espinilla.



Que toda nuestra vida es sueño.

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