domingo, 8 de octubre de 2017

EL CATALONIO



EL CATALONIO



Ya me parecía a mí, que habiendo los españoles en su conjunto sido engañados una y otra vez, sin consecuencia alguna mala para sus engañadores, mal podría llegar a creerse que aquellos que a una parte de ellos les decían que si optaban por separarse de ESPAÑA les habría de ir, no ya mejor, es que conocerían el paraíso en la marca hispánica, no les estuvieran lanzando un engaño más, esta ver contraído a los habitantes de una parte concreta del territorio.

Las mentiras de este sistema a todos sus habitantes han sido tantas y de tal magnitud que causa sonrojo su listado, por lo que no voy a mencionar ninguna de ellas, solo indicar que vivimos en la mentira como los peces en el agua, y que, al igual que al pez fuera del agua le pasa, que se muere, a nosotros nos pasará con la verdad, si alguna vez nos hemos de topar por accidente con ella, que se nos hará insufrible.



Esto no es nuevo, no nos sucede a nosotros solo, es algo general, habitual, que todos saben, como ejemplo de ello se puede citar lo que le dice ROBERT DUVALL a MICHAEL DOUGLAS en la película UN DÍA DE FURIA, de JOEL SCHUMACHER, cuando el pobre señor FOSTER dice que ha hecho lo que ha hecho, e intenta justificarlo, porque le han mentido, que es algo así como esto ( cito de memoria y vi la película cuando se estrenó) “¿ mentir?, ¡ claro que mienten ! Mienten hasta a los peces”



Bueno, pues en esa caravana de mentiras parece que a los catalanes les han mentido con eso de la independencia, cosa que, por otra parte era de esperar, pues parece que su ambición no era superar las contradicciones de un estado basado en la prevalencia absoluta de una poco numerosa e intelectualmente limitada clase dominante por la superación de las misma, y sí depender aún más intensamente de esa misma clase, pero en un ámbito territorial menor, lo que, o aumentaría la presión sobre los más o desataría la revolución, cosas ambas contrarias a la democracia tal como la entendemos. Pero, en fin, engañados ( o quizá no), ellos lo han querido, aparentemente, así.



No voy a glosar eso de “aparentemente”, porque es la clave del asunto y me llevaría muy, pero que muy lejos.



El caso es que ahora los catalanes van sabiendo lo que sucede cuando se decide por la vía que parece han optado, por ser independientes, y, de entrada se van quedando sin determinadas grandes empresas españolas, que deciden optar por otro domicilio dentro de ESPAÑA para intentar evitarse los problemas que, de la noche a la mañana, surjan al pasar a ser nosesabequé en nosesabe dónde.

Pues bien, eso destapa uno de los problemas a los que habrán de hacer frente los catalanes cuando sean lo que la mitad de ellos parece que han dicho que quieren ser: es el asunto de la moneda.

Una CATALUÑA independiente necesitará una moneda propia, pues la UNIÓN EUROPEA esta en otra cosa y la EUROZONA está aún más todavía en otra cosa.

Por ello esa CATALUÑA independiente de ESPAÑA, de la UNIÓN EUROPEA, de la EUROZONA y, seguramente, de la LEY DE LA GRAVITACIÓN UNIVERSAL, esa CATALUÑA CASTROFORTE, va a necesitar su propia moneda, y de esa moneda que van a necesitar yo me he preocupado por su nombre, y como ya tengo el nombre de la moneda, os la voy a decir: se va a llamar EL CATALONIO.



El CATALONIO, de entrada, tendrá paridad con el EURO, luego, la ley de la oferta y la demanda monetaria determinará sus valores relativos y es posible que la demanda de CATALONIOS en el mercado sea tan abultada que se convierta en moneda de reserva mundial, desplazando al dólar; más, si no es ansí, y comienza su hundimiento nada más empezar la singladura, la autoridad monetaria de la REPÚBLICA CATALANA siempre podrá establecer un tipo de cambio fijo, y sostener el mismo mediante sus reservas de oro.






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