El peor trofeo de caza
Los ciudadanos han admitido todos los sacrificios que se les imponen prácticamente sin rechistar, pero una cosa es aceptar sacrificios posibles y otra aceptar ser tratados como niños
Soledad Gallego-Díaz
DICE SOLEDAD GALLEGO DÍAZ, QUE AQUÍ NADIE LEVANTA LA VOZ CUANDO LA SEÑORA ÁNGELA MERKEL ESTÁ A PUNTO DE CAZAR A TODA UNA GENERACIÓN DE ESPAÑOLES Y CONVERTIRLOS EN UN TROFEO DE CAZA; Y LLEVA RAZÓN, PERO DEBE SABER QUE PISA ARENAS MOVEDIZAS SI SE PREGUNTA POR LOS MÚLTIPLES MOTIVOS DEL DESCOMUNAL SILENCIO. YO AVANZO DOS POSIBLES. UNO, QUE NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE, ESTÁ ENTRE NOSOSTROS LIBRE DE CULPA POR LA SITUACIÓN QUE NOS AHOGA; TAN CARGADOS ESTÁN DE ELLA, QUE TODOS ESPERAN PODER PASAR DESAPERCIBIDO MIENTRAS EL TERREMOTO SE LLEVA AL CONTRINCANTE. SUEÑO INFANTIL. DIRÁN, SÍ; PERO ENSUEÑO ESPAÑOL, TAMBIEN, Y MUY ACTUAL. EL OTRO MOTIVO DEL SILENCIO ES QUE TRADUCE PERFECTAMENTE BIEN LOS ABISMALES DEFECTOS DEL SISTEMA DE REPRESENTACIÓN POLÍTICA DE ESTA DEMOCRACIA. EN ESTE SENTIDO EL SILENCIO QUE DENUNCIA GALLEGO DÍAZ ES UNA TRAICIÓN MAS, QUIZÁ POSTRERA, A, ENTRE OTROS, ESA GENERACIÓN DE ESPAÑOLES QUE VAN A SER CONVERTIDOS EN TROFEO.
DICE:
1.-Los enormes esfuerzos que está haciendo la ciudadanía española… no servirán de nada si Alemania no acepta, de una vez, completar el diseño de la moneda única y permite que se pongan en marcha políticas de estímulo económico que ayuden a los países más afectados por la crisis
2.- ¿hasta cuándo tendremos que soportar que Alemania se comporte como si la Unión Europea fuera un organismo más de sus propias instituciones?…
3.-Padecemos los muchos errores cometidos por nuestros propios políticos, por nuestros empresarios y sindicatos y por nuestro sistema financiero, y no le echamos la culpa a la UE por ellos. Pero la Unión tiene la obligación de acompañar nuestro esfuerzo, algo que no está haciendo, manejada a su antojo por el Gobierno alemán y con una Comisión incapaz de defender su función
4.- La canciller Angela Merkel no caza elefantes, pero está a punto de cazar a toda una generación de españoles y en convertirlos en un trofeo mucho más peligroso que unos colmillos de marfil. Y sin que nadie aquí levante la voz.