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sábado, 9 de marzo de 2019

¿ LA HUELGA FEMINISTA ? Y A MÍ QUE NO ME IMPORTA NADA


¿ LA HUELGA FEMINISTA ? Y A MÍ QUE NO ME IMPORTA NADA




Soy un rinoceronte, la obra de teatro de IONESCO, en la cual el único normal se convierte por ello en el monstruo.

Con una enorme parvedad de materia ha habido gran ruido por esa cosa tan magnífica que vieron los siglos de la llamada huelga feminista habida en ESPAÑA el día 8 de marzo del 2019, tras el insospechado éxito de la que hubo el año pasado.

Y estaban ellas muy excitadas por el evento, que parecía que de la acción se conseguirían consecuencias magníficas.



Sobre el afán reivindicativo o acomodaticio de la población española podemos saber algo si decidimos mirar al pasado. La llamada transición de la dictadura a la democracia no fue otra cosa que la ingeniosa explotación de la naturaleza acomodaticia de la mayor parte de la población española que aceptó la vía del menor esfuerzo y compromiso. 

Consecuencia de aquello, junto con la incapacidad política de nuestros dirigentes, y de su actitud de “tente mientras cobro”, es la situación actual. 

Pero no hace falta ir tan lejos, la actitud acomodaticia y del menor esfuerzo ha quedado ya bien de manifiesto en la respuesta popular a lo que sucedió en el 2008, la crisis, y de las medidas que se han tomado por los gobiernos para tratar de controlarla, pero en beneficio de los intereses de una parta porcentualmente mínima de la población; siempre bajo la pepla de que lo que se nos obligaba a tragar era lo que se nos pedía desde la UE, lo cual era en la mayor parte de las veces falso, porque lo que se nos pedía era un resultado, habiendo dos caminos, al menos dos, para alcanzarlo, siempre se eligió el camino que perjudicaba a la mayoría de la población.



Y ahora viene eso de la huelga feminista, evento por completo vació de contenido, tan vació que hasta el propio gobierno se suma a ella, y no solo eso, es que ningún partido se atreve a quedar descolgado de la enorme estafa, de manera que todos participan, no sea que si no, se diga que es que ese que no se adhiere es que tiene algo contra las mujeres, así, en general.

A mí no me importa nada eso de la huelga feminista porque es claro que se trata de una manipulación por parte del poder de los deseos y reivindicaciones justos de una parte de la población, pero que al aparecer todos en una reivindicación global dejan de tener uno por uno, significado. Tan sin significado es la protesta que todos se suman a ella, de una u otra forma.

No me sorprendería que con el paso de poco tiempo esta especie de algarada simpática de la que ahora parece que tan ufanas están sus implicadas les llegara a producir algo de vergüenza ajena, y se preguntaran cómo había sido posible haber sido  tan pardillas, una vez más.

Las reivindicaciones feministas no son nada desgajadas del sistema productivo y medio social que las hace nacer, y montar una huelga por el hecho de ser mujer somete a las reivindicaciones con futuro en el vació más pleno, justo lo que necesita el poder para adherirse a la protesta: que no sirva para nada, y si además dicha adhesión sirve para poner en problemas a otras organizaciones poíticas que están en liza por los votos de la población, pues mejor que mejor.

Que la mujer deba cobrar igual que el hombre por el mismo trabajo es algo tan indiscutible para mí como que la FUERZA DE LA GRAVEDAD existe; pero esa reivindicación veo que se repite generación tras generación; lo que hace falta no es repetir la reivindicación hasta el fin de los tiempos, si no exigir al poder que haga las normas que lo consigan, y mientras poder no consiga hacer las normas que lo logren efectivamente, no volver a votar a aquella organización que se manifiesta de acuerdo con la reivindicación para allegar votos a su fracción, pero luego deja a quienes confiaron en él para hacer eso en la estacada, inventado excusas o sin ni tan siquiera eso.

Lo mismo pasa con los temas de la conciliación y el deseo, o promesa, desde la otra parte, de hacer unos horarios que la posibiliten, etc., etc., etc.

En fin, que esto es un fraude, desde mi punto de vista, y que será percibido así cuando ya de igual, porque a nadie le interesará el tema.

Si todas las mujeres que han salido a las calles, habiendo hecho huelga o no, lo hubieran hecho para conseguir una sola reivindicación concreta, otro gallo nos cantaría a todos.



Como eso no ha pasado, hasta el poder ha estado de acuerdo en sus reivindicaciones, que son, si bien se mira, todas aquellas a las que el poder puede allanarse sin dolor: a nada.