ANTONIO ELORZA
Vacaciones del año 12
No basta con indignarse, hay que exigir responsabilidades a quienes nos han llevado a esta situación, forzando un imprescindible cambio de rumbo
DICE:
1.- La angustia del presente lleva a pensar, ante todo, en la falta de ayudas europeas y en los efectos brutales de unos recortes impuestos sin cuidarse lo más mínimo de la justicia social, ni de evitar el hundimiento de la demanda y, consecuentemente, de la recaudación fiscal
2.- los sucesivos derrumbamientos revelan que los despropósitos no correspondían solo a errores de una persona o un Gobierno, sino a las malformaciones de un sistema de poder donde hasta en la propia crisis intereses particulares dictaban las decisiones en detrimento de los colectivos
3.- periódicos europeos se preguntan incluso si Rajoy habría decidido “nacionalizar” la ruinosa Bankia para evitar a costa de todos —españoles y europeos— los graves perjuicios de su quiebra al imperio inmobiliario y futbolístico de Florentino Pérez
4.- Un sistema que fue incapaz de afirmar criterios de racionalidad en la gestión, sin liberarse de un legado de corrupción y de nepotismo que venía de lejos … y que en medio del auge económico ignoró los desajustes estructurales de un Estado de las autonomías donde la citada corrupción y la ausencia de control de los gastos generaban una situación de creciente fragilidad
5.- las influencias, las redes clientelares y la aceptación social de los comportamientos ilegales o arbitrarios configuran una trama donde naufraga con excesiva frecuencia la elección racional. Conviene tener esto en cuenta cuando se critican los aeropuertos vacíos, Bankia o AVE sin viajeros: fueron aplicaciones de la misma lógica que presidió todo
6.- Entre los recién nombrados para dirigir Institutos Cervantes, tenemos el de Roma, cuyo aval es ser “catalán y cristiano con vocación gitana”.
7.- Y no puede pedirse que el PP y el PSOE combatan corrupción y nepotismo, porque ambos los practicaron.
8.- No basta con indignarse, hay que definir actuaciones concretas. En el fondo, tendrá razón la diputada Fabra con su insulto, si una vez jodidos, como ya estamos, no pasamos a exigir responsabilidades a quienes nos han llevado a esta situación, forzando un imprescindible cambio de rumbo.