LA
IRRESPONSABIIDAD DEL CABALLERO IGLESIAS.
No
se yo, esto que dice el señor IGLESIAS, la verdad, es que no me
convence nada.
De
entrada parece que sus palabras estén llenas de justa indignación,
si se parte de la base de creer que los recursos públicos que tiene
ESPAÑA no deben de deber nada a donaciones de particulares, que es
lo que el señor AMANCIO ORTEGA hace cuando regala equipos carísimos
a hospitales públicos.
Pero
si se piensa mejor el asunto, la situación se complica; es como si
el señor IGLESIAS quisiera aplicar a la adquisición de esos equipos
a cargo del señor AMANCIO ORTEGA los mismos criterios que usó para
defender la compra de su casoplón, en el sentido de decir que se
había obligado a pagar las cuotas de una hipoteca durante mas de 30
años, él y su señora. En cuanto a las máquina ofrecidas por el
millonario empresario, aplicando la misma argumentación, el ESTADO
ESPAÑOL debería seguir endeudándose más y mas para poder comprar
los equipos, y no aceptar donación alguna.
Yo
no puedo estar de acuerdo con esa manera de pensar. Ni siquiera
cuando de refilón lo que se trate de criticar sea el hecho del pago
de impuestos por parte del señor ORTEGA, ya que ese caballero paga
lo que debe, según la legislación aplicable, y en el caso de no
ser así, quien ha de declarar tal circunstancia no es ni el señor
IGLESIAS ni la secta que, como iglesia, abandera.
Hace
unas semanas hemos podido ver por la tele cómo ardía en PARÍS un
templo mundialmente famoso y cómo las más grandes fortunas del
FRANCIA comprometían mucho dinero, millones y millones de euros,
para pagar la reparación. Tambien se podría decir que FRANCIA
debería pagar el costo de la restauración con cargo a los impuestos
de los franceses, o con un recargo a los pagos que hacen los
millones de turistas que se pasean por la ciudad de la luz.
Menos
sentido tiene la crítica que hace el señor IGLESIAS si del ámbito
del que estamos tratando, compra de equipos para hospitales, vamos a
otros diversos, como es la inversión en investigación y desarrollo,
que pide y a veces recibe, aportación privada para hacerse. O el
caso de las donaciones de obras de arte, para museos, por ejemplo. Se
podría uno preguntar porqué lo que está bien para un museo, ceder
obras de arte, está mal para un hospital, donar equipamiento médico.
La
única respuesta que se me ocurre es que la demagogia tiene estas
contradicciones.
El
señor IGLESIAS se dedica a la política y tiene la oportunidad de
dignificar la democracia a la que dice servir desde su puesto, y de
hacer lo que entienda mejor para defender la sanidad pública, pero
que un empresario done equipamiento medico a un hospital no supone,
salvo en la pequeña alma del que así supone que sucede, que se esté
atacando la dignidad del sistema público de salud. Lo que el señor
IGLESIAS debe comprender es que actuando como ha actuado, con sus
declaraciones, que son una forma de hacer, ha podido evitar que otros
empresarios, o el mismo en el futuro, hagan lo que ahora ha puesto en
la picota, y que los perjudicados por tal manera de actuar van a ser
los usuarios de la sanidad pública.
Nunca
sabremos el negativo alcance que ha podido tener poner en la picota
pública a un donante de equipos médicos para la sanidad pública,
pero la responsabilidad de ello es, en su totalidad, de declaraciones
irresponsables como esta del señor, y caballero, IGLESIAS.