NUEVO
GOBIERNO Y CARCAMAL SERVICIO.
Quedan
lejos los tiempos, si alguna vez los hubo de verdad, a los que se
refería ALEJANDRO NIETO, en los cuales, como contrapeso de la
desgobernanza ministerial había surgido en la Administración del
Estado una alternativa a tal desbarajuste, que salvaba la gestión y se
encarnaba en los altos cargos funcionariales. Sacabó, como dice la
canción : mi mundo es otro.
Y
ese cambio, que se ha producido en el largo plazo va a costar
trabajo, si es que se logra o si es que ni tan siquiera es que se plantee, revertirlo.
Yo
no quiero intentar analizar aquí las causas por los cuales esto ha
pasado, ni examinar los motivos por los cuales esta monarquía
borbónica parlamentaria ha copiado, en la función pública, los
rasgos a largo plazo que más se habían criticado en la función
pública del estado autoritario franquista, de la que es heredera ( a
título de rey, valga decir ), ni aclarar si esos rasgos son
predicables de toda organización administrativa enorme.
Lo
que quiero poner de relevancia es la pregunta : ¿a los miembros
del consejo de ministros que ha formado Pedro Sánchez le va a servir
la función publica realmente existente para hacer la política que
es necesario acometer en España, si no se quiere que, por ejemplo,
no pasando mucho tiempo, otro novio de la muerte ocupe, nuevamente,
el ministerio de cultura?
Ya
se irá viendo.
(
Y MUCHA SUERTE, CLARO).
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